123 - Starbucks estrena CEO y también café con… ¿aceite de oliva?
Checa hasta abajo una lista de inventores asesinados por su propia invención
Nota de la producción: seguro lo han notado, pero desde hace un mes y fracción todos los links al New York Times son libres de paywall, cortesía de Link Latte y las generosas donaciones que algunos de ustedes han hecho al Ko-fi. En este ejemplar encontrarán varios; por ejemplo, recomiendo dedicarle unos 45 min al último link —el de hasta abajo— sobre el inventor más trágico de la historia.
Por cierto, el texto generado por A.I. dos ediciones atrás fue el de la bóveda apocalíptica de semillas. Felicidades a Nelson y (sorpresa) a Guille por adivinar.
☕️ Después de tres intentos fallidos de abandonar la compañía (y otro más de ser presidente de la nación), Howard Schultz finalmente dejó el puesto de CEO en Starbucks—días antes de su audiencia ante el Congreso de EEUU, en donde discutirá las deficientes prácticas laborales de la compañía.
✍🏼 Schultz es sinónimo de Starbucks desde su primera temporada como CEO en 1986, y aunque muchas veces se le refiere como el “creador” de la cadena —muy al estilo de Ray Kroc en McDonald’s y Elon Musk en Tesla— tan sólo tomó algo que ya existía, y lo hizo (mucho) más popular.
🗺️ Antes de partir, el ex CEO decidió encargarse de un último pendiente. No, no de los problemas en China. Tampoco del fracaso en Australia. Mucho menos de los sindicatos en Estados Unidos. ¡No, claro que no de la crisis existencial al centro de la marca! Se trata de Oleato, el mítico café con… ¿aceite de oliva?
🫒 A principios de la década de los 80, Starbucks contrató a Schultz para liderar su marketing; en ese entonces, sólo vendían granos y equipo para cafeterías. Para 1986, con 33 años, deja la empresa, viaja a Milán y se enamora del concepto de las cafeterías casuales italianas. Al regresar a Estados Unidos, funda Il Giornale, el proto-Starbucks, y años después las dos empresas se fusionarían. Ahí es donde nace la obsesión del amigo Howard con el café con aceite de oliva extra virgen. La New Yorker tiene una increíble crónica de todo esto, escrita por un escéptico con un don para los encabezados y subtítulos1, pero que vale la pena leer—aunque, por el sabor de boca, quizá no probar.
🤝 Sucediendo a Schultz está Lax Narasimhan, quien arranca su difícil encargo con la acción más lógica: cosplay de Undercover Boss.
🇯🇵 Otros obsesionados con el café —aparte de Schultz y este H. newsletter— son los japoneses. Un vídeo de 10 minutos explica por qué, e incluye razones tan simpáticas como una campaña de marketing underground de Nescafé que corrió por décadas y los gustos de la Gen-Z, tan horribles como la relación entre Europa y las prostitutas forzadas de la corte imperial japonesa—y sí, Starbucks2:
🏔️ En otras noticias de intriga corporativa, Toblerone —uno de los chocolates con un empaque instantáneamente reconocible— está a punto de cambiarlo porque, según las leyes suizas, no puedes usar imágenes de los Alpes si no estás completamente hecho en ese país…
…y porque absolutamente nadie usó CoDi, y mandar un SPEI es la tarea más engorrosa del mundo, Banxico debuta DiMo, una forma de mandar dinero usando tu número celular 💸
🖥️ Y para cerrar con broche de oro el especial ejecutivo de Link Latte: ¿por qué no podemos dejar de querer a las horribles personas que son los personajes de Succession?
⛷️ 2023 presenta: Gwyneth Paltrow ski crash victim can’t enjoy wine tastings due to injuries, expert says (por favor, lee el FAQ de The Ringer sobre este caso legal)
⚡️ Si llegaste hasta aquí: Inspirada por la impresionante y larguísima historia del hombre que inventó dos de los productos más dañinos en la historia de la humanidad —la gasolina con plomo (!) y los CFCs (!!)— quien, después de contraer polio, fue estrangulado por un sistema de poleas y palancas que inventó para salir de la cama, esta es la lista de inventores asesinados por su propia invención.
El encabezado: Did Starbucks Really Put Olive Oil in Coffee? El subtítulo: The new Starbucks Oleato is terrible. But somehow there’s pleasure to be had in its existence.
El más grande del mundo se encuentra en Tokio, y el más hermoso en Kioto. Ambos conoceré con Guille en noviembre.
Qué hay con Kengo Kuma y sus starbucks? Me recuerda a la relación de Norman Foster con Apple, y sus Apple Stores (y campus).