Nota de la redacción: a algunos de ustedes (~30%) les va a llegar este mail —solo este— dos veces, porque todavía me estoy acostumbrando a cómo funciona Substack y olvidé poner a tiempo la autorespuesta slash agradecimiento. Lo lamento, you live you learn, etc etc. Nos vemos formalmente el lunes.
Es un gusto tenerte aquí.
🎸 Bienvenida opción A | ✈️ Bienvenida opción B
Substack está muy padre. Te permite tener un blog, así tal cual, pero por medio de tu correo 👻 Y eso quiere decir que a partir de ahora no tienes que hacer absolutamente nada más para leer mis idioteces, porque vas a empezar a recibir las “ediciones” aquí mismo en tu bandeja de entrada. Cuando te harte, puedes desuscribirte (no hard feelings)—y si algún día quieres leer los archivos y te da flojera buscar en tu inbox, solo entra al home y date.
Avisos parroquiales…
📩 Si te suscribes y te dejan de llegar mis correos, solo puede ser por dos razones: 1) me ha dado flojera y no he escrito nada (* recomendado) o 2) te está llegando a spam. Si es el primer caso, felicidades, es una victoria para ti y tu salud mental. Si es el segundo, puedes checar tu carpeta de correo no deseado, marcar mi remitente como "no es spam,” o checar tus pestañas de promociones, actualizaciones o (por alguna extraña razón) foros.
⚡️ Como les decía, todo el contenido siempre estará disponible y respaldado en la web, porque Substack es en realidad un sitio personal que por casualidad te llega a tu mail.
🗓 Normalmente enviaré nuevas ediciones los lunes por la mañana, para que todo el branding de café mañanero que me costó varios salarios mínimos tenga sentido. Eso quiere decir que si hoy es lunes, lo más seguro es que no escuches de mí hasta la próxima semana. Pero si hoy no es lunes, nos veremos pronto.